Vamos a anlizar si la suerte del arquitecto esta echada
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En un momento crítico para la profesión, mientras los arquitectos españoles, desde los más novatos hasta los más experimentados, gozan de un reconocimiento internacional sin precedentes, en España se plantean una serie de absurdos, que podemos ilustrar con tres cuestiones relacionadas con las condiciones del mercado de servicios profesionales y una tercera relacionada con el patrimonio de la arquitectura moderna. La suerte del arquitecto está en juego. La falta de conocimiento sobre nuestra profesión es abundante; la sociedad a menudo nos tacha de poner la mano por un simple garabato. No se aprecia el arte ni se respeta el techo que nos protege, es decir, la obra de arquitectura que habitamos.
CONVOCATORIA DE CONCURSOS CON CONDICIONES DEGRADANTES Y ABUSIVAS PARA LOS ARQUITECTOS.
Un ejemplo de ello es:
«CONCURSO PROYECTO ACONDICIONAMIENTO EDIFICIO PLAZA MARQUÉS DE SALAMANCA 8, MADRID. MINISTERIO ASUNTOS EXTERIORES Y COOPERACIÓN. CONVOCA TRAGSA» Se trata de un Concurso convocado por TRAGSA, para la ASISTENCIA TÉCNICA EN LA REDACCIÓN DEL PROYECTO BÁSICO Y LA DIRECCIÓN DEL PROYECTO DE EJECUCIÓN, PARA EL ACONDICIONAMIENTO DEL EDIFICIO DE USO ADMINISTRATIVO SITO EN LA PLAZA DEL MARQUÉS DE SALAMANCA Nº 8 DE MADRID Ref.: TSA0052283, PARA LA IMPLANTACIÓN DEL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES Y COOPERACIÓN.
Además de las rigurosas condiciones de solvencia y experiencia previa en trabajos similares, son llamativas dos condiciones: Precio y Plazo. Se plantea una obra con un presupuesto de 58 Millones de €, y se propone el Concurso con honorarios máximos para el Proyecto Básico de 150.000 €, para ofertar a la baja, y se requiere una documentación detallada en un plazo de escasos 20 días.
La comunicación con la entidad convocante TRAGSA (Transformaciones Agrarias S.A.) sugiere que podría tratarse de un error, ya que en condiciones de mercado normales, el trabajo en cuestión tendría honorarios cercanos al millón de euros. Esta disparidad podría deberse a que el proyecto ya está encargado y realizado, convirtiendo el concurso en una mera formalidad o a la falta de comprensión del proceso por parte de quienes lo convocan, dada su experiencia en otro ámbito.
Todo esto refleja una falta absoluta de respeto y valoración del trabajo de los arquitectos, y la desregulación disfrazada de liberalización pretende hacer creer que aumentará la competitividad y disminuirán los precios. Pero, ¿a qué precio?. En 1996 se derogaron las tarifas de honorarios de arquitectos, alegando que eran inflacionarias y aumentaban los precios inmobiliarios. Sin embargo, en los años siguientes, los precios de la vivienda en España alcanzaron sus niveles más altos en la historia, y, además, con condiciones de contratación absurdas, se ha desmantelado un tejido profesional y empresarial de gran valor.
Mientras tanto, en Alemania, un modelo económico al que aspiramos, se protege a sus profesionales y se defiende un mercado de calidad, con tarifas de honorarios aprobadas que permiten a las administraciones y a los particulares saber cuánto valen las cosas, y donde la competencia se basa en la calidad del servicio y precios justos. Esto permite la inversión en investigación, formación y tecnología. En este aspecto la suerte del arquitecto en Alemania es mas favorable.
RESPONSABILIDAD PROFESIONAL Y ASEGURAMIENTO
Situaciones de injusticia en la responsabilidad profesional del arquitecto, en sentencias condenatorias solidarias con el resto de agenstes; promotor, constructor e ingeniero de la edificación. Injusticias en la responsabilidad profesional: Sentencias condenatorias solidarias con el resto de agentes, promotor, constructora y aparejador, aprovechando la condición del arquitecto como profesional asegurado y su responsabilidad personal. Además, las aseguradoras suelen recurrir las sentencias hasta la última instancia, sin tener en cuenta el riesgo que asume el arquitecto asegurado.
Al principio del litigio, y con una sentencia solidaria, el capital asegurado cubre la condena. Sin embargo, con el tiempo y sucesivos recursos, los otros agentes desaparecen, por quiebra o disolución, quedando solo el arquitecto, que debe asumir toda la condena, que puede multiplicarse por cuatro veces el monto inicial, más el aumento de intereses y costas, debido a la decisión unilateral de la aseguradora.
Este tipo de situaciones lleva a compañeros a perderlo todo en embargos y subastas de sus bienes, después de condenas injustas que les atribuyen responsabilidades, en su mayoría, del promotor y del constructor, y que están fuera del control del arquitecto. En ocasiones, esto se debe a informes periciales muy cuestionables, al límite de la deontología dejando la suerte del arquitecto a los pies del caballo.
EL EDIFICIO CLESA. EN EL CENTENARIO DE ALEJANDRO DE LA SOTA
En el centenario de Alejandro de la Sota, una pieza fundamental de la arquitectura española en peligro de demolición. El Edificio CLESA. En el Centenario de Sota, esta pieza fundamental de la Arquitectura Española se enfrenta a la amenaza de demolición. En cualquier país civilizado, estaría protegido para que cualquier intervención pudiera conservar sus valores y incorporarlos al nuevo uso que se pretenda implementar. Es una arquitectura de calidad que requiere la intervención de buenos arquitectos.
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Hemos sido testigos de demasiados atentados contra nuestro patrimonio, y, sin embargo, la conservación de la arquitectura contemporánea y su adaptación a nuevos usos es más factible. No podemos pretender recuperar la actividad y el turismo si no valoramos nuestra cultura y nuestro patrimonio. Esta situación no puede continuar. Es hora de actuar con determinación y empezar a cambiar la suerte del arquitecto a mejor.
LA LIBERACIÓN DE LOS HONORARIOS DE ARQUITECTOS
Desde 1922, el Estado fijaba los honorarios mediante Decretos estatales que los arquitectos debían cobrar por su trabajo. Esto continuó hasta 1997, cuando el referente de los honorarios era el Real Decreto 2512/1977 de 17 de junio, que establecía las tarifas de Honorarios de los Arquitectos en trabajos de su profesión. (Parcialmente derogado por la Ley 7/1997 de medidas liberalizadoras). Este decreto establecía los honorarios en función del Presupuesto de Ejecución Material (PEM) y la superficie de la intervención.
A día de hoy, muchos arquitectos siguen aplicando estos criterios frente al caos provocado por las ofertas temerarias, ya que era el único modelo de valoración existente y contribuía al prestigio de la profesión. Hasta 1997, se consideraba que el arquitecto era un técnico independiente en su función, similar a un Juez, que garantizaba la legalidad y protegía la propiedad en materia de costes de obra.
A partir de entonces, la filosofía cambió: lo importante no era la defensa de la legalidad ni la protección del consumidor, sino el mercado, que regularía los precios. Esta filosofía se basaba en la Directiva europea de «servicios», conocida como la directiva «Bolkestein», y España llevó esta idea más allá. La legislación ya no defendía a las personas y sus derechos (ahora consideradas consumidores finales), sino que protegía la economía, prohibiendo al Estado publicar cualquier referencia u orientación de honorarios. Desde 2009, con la entrada en vigor de la Ley Ómnibus (Ley 25/2009), los Colegios Profesionales no pueden establecer baremos orientativos de honorarios profesionales.
Los Colegios profesionales quedan incluidos en dicha prohibición al ser «corporaciones de derecho público», y aunque lo financien los colegiados, no pueden publicarlos como defensa del consumidor, a excepción de los Baremos de Abogados, que sí pueden publicarse. Complices en condicionar la suerte del arquitecto, sin comentarios.
El objetivo del CSCAE (Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España) para 2016 era el reconocimiento por parte de la Administración Pública de un sistema de cálculo de honorarios orientativos para establecer los tipos de licitación en los procedimientos públicos de adjudicación. El objetivo era garantizar una remuneración justa y proporcional al trabajo y la responsabilidad asumidos y mejorar la transparencia de los procedimientos de adjudicación pública. Ante la falta de un sistema de cálculo de procedencia colegial, considero que puedo ayudar a los clientes de los arquitectos publicando los honorarios que aplico en mi ejercicio profesional, recordando que los honorarios están liberalizados y deben acordarse libremente entre las partes.
Un módulo actualizado en función de la variación del IPC. Un coeficiente en función de la superficie total construida. Un factor que corresponde a la superficie total construida. Un coeficiente en función del uso del edificio. Un coeficiente en función de la complejidad u otras circunstancias particulares del trabajo. Existen algunos blogs o portales que ofrecen asesoramiento para orientar en los honorarios, aplicando estos criterios:
Presupuesto arquitecto, donde se pueden calcular los honorarios en base a la redacción de proyecto y dirección de cualquier tipo de obra o trabajo de un arquitecto. La hora del arquitecto, que ofrece explicaciones sobre los gastos y el mantenimiento de una oficina de arquitectura para obtener unos honorarios ajustados al mercado, además de proporcionar un software de cálculo de honorarios muy útil.
Ante esta carencia de un sistema de cálculo de procedencia colegial, entiendo que puedo ser útil a los clientes de los arquitectos publicando los honorarios por honorarios por proyecto y dirección de obra que yo aplico en mi ejercicio profesional, sin olvidar que los honorarios están liberalizados y deben quedar siempre sujetos al libre acuerdo entre las partes.
El cálculo lo realizo mediante una fórmula donde intervienen cinco valores:
- Un módulo que actualizo en función de la variación del IPC y que para 2013 lo he fijado en 497,43 euros.
- Un coeficiente C en función de la superficie total construida de la actuación.
- Un factor S que se corresponde con la superficie total construida de la actuación.
- Un coeficiente Q en función del uso del edificio (Si en un mismo trabajo concurren usos distintos, aplico un sumatorio de la superficie construida de cada uso por su coeficiente específico).
- Un coeficiente K en función de cuestiones como la complejidad u otras circunstancias particulares del trabajo (en la actualidad por el aumento de documentación y las nuevas responsabilidades derivadas del Código Técnico de la Edificación, en determinados casos puedo asignarlo por encima del valor máximo que en él se indica).
Existen algunos blogs o portales con asesoramiento para orientar en sus honorarios aplicando dichos criterios como:
- Presupuesto arquitecto, esta web es muy util en cuanto de un plumazo puedes calcular los honorarios en base a redacción de proyecto y dirección de cualquier tipo de obra o trabajo de un arquitecto.
- La hora del arquitecto, esta es muy interesante por que explica muy bien los estudios frente a los gastos, mantenimiento de una oficina de arquitectura para obtener unos honorarios ajustados al mercado y ademas ofrece la descarga de un software de calculo de honorarios muy util.
